Es una antigua ciudad situada al oeste de Marruecos y a los pies del Atlas. Es la antigua capital imperial de Marruecos.
Marrakech, significa “Tierra de Dios”. Marrakech, es una de las ciudades más bonitas del mundo. La ciudad está impregnada de olores nuevos, colores vivos y el ajetreo constante. Cabe destacar, que sus zocos (mercados), son de los más grandes del mundo, laberintos sin fin. Marrakech fue un importante centro económico para el imperio bereber, almorávide y almohade, lleno de mezquitas, jardines y mercados.
Viajar a Marrakech es como hacer un viaje en el tiempo y entrar en el cuento de «Las mil y una noches«. Podrás disfrutar de la magnífica comida marroquí, del buen clima del país, de los mercados, de los paseos por los jardines, de espectáculos callejeros y del bullicio de la medina (centro de la ciudad).
MEZQUITA KUTUBÍA
Es el emblema de la ciudad de Marrakech, es un edificio dedicado al culto islámico. La mezquita fue construida en el siglo XII por el imperio almohade. La mezquita Kutubía es el templo islámico más grande de Marrakech. El alminar, la torre de la mezquita, alcanza los 77 metros de altura y hay una ley en la ciudad que prohíbe que ningún otro edificio rebase la altura del alminar.
La mezquita está localizada en una plaza peatonal rodeada de preciosos jardines con fuentes. Los jardines tienen caminos para poder pasear en ellos y disfrutar de un buen atardecer en Marrakech.
Cabe destacar una curiosidad del alminar de la mezquita Kutubía, ya que es “hermano” de la Giralda de Sevilla. Cuando Sevilla era musulmana, los árabes construyeron en Sevilla una de las mezquitas más grandes del mundo árabe, inspirándose en la mezquita Kutubía de Marrakech. Hoy en día la mezquita de Sevilla es inexistente pero se conserva su alminar, conocido actualmente como la Giralda de Sevilla.
El alminar, en la cultura islámica es indispensable, ya que desde arriba de esta construcción el muecín llama a la oración a los musulmanes desde los cuatro puntos cardinales cinco veces al día.
PLAZA JEMAA EL-FNA
Es el corazón de la ciudad, una explosión de cultura. Jemaa El-Fna es una de las plazas más concurridas de África y del mundo. Es una plaza que cambia durante el día, es decir, no tiene la misma temática ni de día, ni de noche. Durante el día, puedes disfrutar de grandes desayunos árabes contemplando las vistas de la plaza y de la mezquita Kutubía (ya que está a escasos metros de la plaza), disfrutar de los famosos zumos de naranja marroquíes, hacer pequeñas compras, ver encantadores de serpientes, contratar guías. Sin embargo, durante la noche parece un lugar completamente diferente al de por la mañana, ya que cuando cae el sol la plaza se llena de innumerables puestos de comida marroquí y árabe. De noche en Jemaa El-Fnaa disfrutarás comiendo comida típica de Marruecos a un buen precio, con espectáculos callejeros,cuentacuentos, música árabe resonando en toda la plaza iluminada, olores nuevos y más puestos para hacer compras. Jemaa El-Fnaa fue declarada Patrimonio de la UNESCO y es la puerta a la medina de Marrakech, en la cual, encontrarás laberintos interminables de zocos.
MEDINA Y ZOCO DE MARRAKECH
La medina es la ciudad medieval vieja de Marrakech, declarada Patrimonio de la Humanidad. Está amurallada, llena de mezquitas, antiguas escuelas medievales, mercados, pasadizos, palacios y palacetes árabes (Riads), muchos de ellos reformados y utilizados hoy en día como hospedaje para turistas. Si quieres sentir y vivir la esencia de Marrakech debes de quedarte en un Riad el tiempo que estés en la ciudad. La medina es un laberinto, te perderás varias veces, así es Marrakech. Dentro de la medina son famosos sus zocos o mercados. Todos estos zocos están divididos por gremios de trabajo, si quieres comprar algún recuerdo de la ciudad este es tu sitio ideal, encontrarás dulces marroquíes, ropa típica árabe, frutas exóticas, incienso, farmacias de medicina árabe, especias… Podrás pasar horas y horas allí. Pero, no debes olvidar lo más importante, debes de regatear con el comerciante pues te pedirá casi el triple de lo que vale. No te cortes, ellos mismos te incitan al regateo. Esto es Marrakech en toda su esencia.
PALACIO BAHÍA
Es un palacio de arte islámico con unos jardines interiores, fuentes y un gran patio. Su nombre significa brillante y cuenta la leyenda, que el palacio lleva el nombre de una de las esposas del Visir del Sultán (consejero político del Sultán). Fue construido en el siglo XIX como residencia personal del Gran Visir.
La entrada a los palacios y museos son muy baratas. Merece mucho la pena entrar y disfrutar de los maravillosos jardines, el arte musulmán que envuelve el palacio, los característicos azulejos árabes y sus techos de madera tallados.
PALACIO EL BADI
El palacio fue conocido como la perla del mundo árabe. Este palacio se construyó en el siglo XVI por el Sultanato Saadí y su construcción fue inspirada en la maravilla del mundo árabe del momento, la Alhambra de Granada. Hoy en día, del palacio El Badi solo quedan ruinas, pero aún así, se puede contemplar la belleza que llegó a albergar el lugar. Cuenta con pequeños jardines, estanques de agua y algunos mosaicos. Caminando por el lugar, aunque quede poco en pie, te harás a la idea de cómo llegó a ser este magnífico palacio. Dentro del palacio encontrarás un pequeño museo explicativo sobre la historia del palacio y sobre la historia de la ciudad de Marrakech.
TUMBAS SAADÍES
Es una de las joyas que posee Marrakech por sus coloridos mosaicos, techos decorados y bellos jardines. Las tumbas saadíes es uno de los monumentos más visitados de la ciudad. Es el gran mausoleo de la dinastía Saadí que gobernó el sur de Marruecos hasta el siglo XVII. Allí, podrás admirar la decoración de los techos de los mausoleos tallados en madera y pintados. También, destacan las columnas de mármol, los arcos con decoración islámica, los mosaicos en las paredes y en el suelo, inundando así todo el lugar.
Es todo un mausoleo de ensalzamiento de poder y orgullo de belleza del Sultanato Saadí que gobernó el sur de Marruecos y llevó a la ciudad de Marrakech a su gran esplendor.
VALLE DE OURIKA
Este valle toma el nombre del río que lo baña, el río Ourika. Visitar este valle es muy común, ya que está muy cercano a la ciudad de Marrakech y puedes contemplar sus cascadas y su belleza paisajística que cambia completamente al estar dentro de la Cordillera del Atlas, inundando de color verde todo lo que ven tus ojos.
En el valle podrás disfrutar de la cultura bereber, autóctonos de Marruecos. Podrás comer su comida, escuchar música tradicional bereber mientras contemplas la corriente del río Ourika y ves el verde de las montañas. También, durante el camino al Valle de Ourika pasarás por muchos pueblos, muchos de ellos dedicados a crear aceite de Argán, cosmético muy famoso producido en Marruecos.
Es una buena idea visitar el Valle de Ourika, ya que abandonas por unos días el bullicio de Marrakech y allí podrás relajarte, disfrutar y como no, conocer un sitio nuevo más.
CIUDAD NUEVA DE MARRAKECH
La ciudad nueva de Marrakech está a escasos metros de la ciudad vieja, la Medina. La ciudad nueva nace de la colonización francesa, en esta zona de Marrakech podrás contemplar una visión más occidentalizada de la ciudad, con edificios coloniales y edificios muy modernos.
A pesar de que la globalización y la modernidad están presentes en esta zona de la ciudad, podemos encontrar pequeños restaurantes de comida típica de Marruecos, a los cuales acude más la población autóctona y no está tan dedicado al turista.
Aquí podrás comer muy, muy barato.
Mientras caminas por las grandes avenidas de la ciudad nueva encontrarás lugares con encanto, como antiguos cafés coloniales franceses y pequeñas mezquitas.
Es muy curioso el contraste. Ir desde la Medina a la ciudad nueva es como viajar en el tiempo.
Sin duda alguna, Marrakech es una de las más bonitas del mundo.